“No es mi sobrino”. Con estas palabras tajantes el presidente de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, Juan Zamora Barboza, descartó tener vínculo familiar alguno con el presunto asesino del productor audiovisual José Yactayo, Wilfredo Zamora Carrión.
Dicha información errónea fue propalada por el periodista Humberto Ortiz Pajuelo, (Beto Ortiz), en su programa de televisión “Beto a Saber”, donde se deslizó la posibilidad de que Juan Zamora, estuviese interfiriendo en las investigaciones para proteger a Wilfredo Zamora.
“Esa información es falsa y se incurre ya en un tema doloso, cuando se afirma categóricamente como si fuera cierto y no lo es; corroboren con el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) cómo se llaman los padres del señor (Wilfredo Zamora Carrión) y verifiquen si tienen los nombres de algunos de mis hermanos (…) yo soy natural de Chiclayo no de Trujillo y ustedes lo saben (…) no es mi sobrino directo ni hijo de alguno de mis hermanos”, mencionó el presidente de la Corte de Justicia liberteña.
Zamora Barboza aclaró que nadie está libre que un familiar cometa algún ilícito penal, pero lo grave es que en su caso, se ha tomado su nombre y cargo para vincularlo a un hecho que linda con la inmoralidad y la falta de ética, como es el tratar de influir en un proceso judicial, algo que nunca ha hecho en toda su trayectoria de magistrado pues es respetuoso de las instituciones y del Estado de Derecho.
En otra parte de sus declaraciones, el presidente del órgano jurisdiccional de La Libertad, afirmó que tomará las acciones legales correspondientes pues tiene suficiente evidencia para proceder. “No puedo permitir bajo ningún punto, que una persona alegremente venga a mancillar el honor del presidente de la Corte Superior de Justicia de La Libertad”, enfatizó.
Añadió que los periodistas deben corroborar sus fuentes, ser responsables de las informaciones que emiten, y que ningún miembro de la producción del programa televisivo “Beto a Saber” se comunicó con él para recoger su versión.
FUENTE. LA REPÚBLICA
