Muchos tenemos aún en la retina la imagen de miembros del Ejército cargando en una batea a una bebe de pocos días de nacida. El callejón de los tigres, en Catacaos, había pasado de ser una apacible calle a un río de más de un metro de alto de agua, luego de que Piura soportara toda una noche de lluvias. Quien primero recibió a la criatura fue el general Carlos Escudero Sotomayor, comandante general del Agrupamiento de Artillería Inclán de Piura, quien había ingresado a la zona junto a tres soldados. Ese día rescataron a la bebé Ilana, a su madre Clara y a muchas personas más.

Somos asistió días después al reencuentro de la familia con el general Escudero, quien regresó al lugar para entregarles medicinas y útiles de aseo. “Esta ha sido una de mis misiones más difíciles, por la magnitud del desastre”, dice el militar de alto mando –con las botas sumergidas en el lodo- a esta revista. Así como él, decenas de ciudadanos, ante las situaciones de emergencia por las lluvias y desbordes de ríos en la región, se han volcado a las calles –convertidas en ríos- buscando gente atrapada en sus techos o en lomas altas.

Uno de ellos es Rafael Ballón, buzo profesional quien pudo completar 25 rescates en Pedregal Grande y Molino Azul, las zonas más inundadas del Bajo Piura. Otro joven, Gonzalo Otero, sacó su tabla de paddle (que manipula con un remo) y luego de ayudar a personas en el centro de Piura se dirigió a Viduque, un pueblo de Catacaos que ahora está bajo el agua. Su tabla fue viralizada junto a un unicornio que apareció en fotos y dibujos. “Tengo fotos con el unicornio salvando gente, pero en un momento le presé mi tabla a un amigo y justo le tomaron a él la foto que se expandió en redes”, nos cuenta. Lo suyo es salvar vidas haciendo lo que le gusta: remar con una tabla.

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