En la silla de la puerta de triaje del hospital Carrión de Huancayo, Martha Huisa Oliva se retorcía de dolor. Los familiares de otros pacientes que la miraban en el servicio de emergencia pedían a gritos que los médicos la atiendan, pero el personal de salud no hacía nada. “No la quieren atender hace rato entró donde el médico y la dejó así”, reclamó una mujer.

Dos policías de tránsito que estaban por allí corrieron hacia la convaleciente para evitar que cayera al suelo y la cargaron para llevarla al área de cirugía, mientras la gente seguía reclamando.

RECLAMA. El esposo de la paciente, Edgar Salomé, se veía ofuscado y empezó a reclamar. “Hace rato traje a mi esposa y me mandan de un lugar al otro lugar, cuando le pido al doctor, me manda al otro médico y obstetricia a otro lugar, presenté la ficha de atención y ni siquiera me hacen caso, mi esposa tiene un cólico y ya no puede más”, dijo Salomé, que trasladó a su esposa del anexo de Urpaycancha en el distrito de Ingenio.

El varón ofuscado y apoyado por la gente entró al consultorio del médico y le gritó: “Estoy en mi derecho no estoy pidiendo un favor, mire cómo está mi paciente”, pero el galeno de turno, lejos de poner más atención a la paciente optó por llamar a un agente de la Policía para que sacara al iracundo esposo.

 

FUENTE: DIARIO CORREO

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