Sean (93), Maureen (92), Eileen (90), Peter (87), Mairead (86), Rose (85), Tony (83), Terry (81), Seamus (80), Brian (76), Kathleen (75), Colm (73) y Leo (72). Por la edad que figura entre paréntesis, el elenco parece la genealogía de algún libro sagrado en la que se enumera una saga de ancianos patriarcas. Sus nombres, sin embargo, se remiten a unas figuras mucho menos míticas. Ellos son los Donnelly, una familia de Irlanda del Norte compuesta por 13 hermanos y con una obvia peculiaridad: juntos suman, ni más ni menos, que 1.075 años.

Tamaña hazaña les ha llevado engrosar las páginas de ‘El libro Guinnes de los récords’. La propuesta para ser incluidos en el volumen partió de Austin, el único familiar ausente, fallecido en las navidades de 2015, gemelo de Leo, y que si estuviera hoy vivo habría alzado la marca a 1.147 años. “Nos preguntamos si éramos la familia más anciana del mundo. Buscamos la respuesta, pero tristemente él murió antes de que nos lo confirmaran oficialmente”, cuenta Leo a ‘The Telegraph’.

El pasado mes de mayo, los hermanos celebraron el nombramiento en la casa que compartieron juntos durante su infancia. La historia de esta particular familia ha circulado por diferentes medios. Desde entonces, la pregunta que más se les ha formulado es la que todos intuimos: ¿Qué truco tienen los Donnelly para ser tan longevos y llegar a una edad tan avanzada en un excelente estado de salud?

Los secretos de una larga existencia

“La clave está en comer un plato de avena todas las noches”, confiesa Leo al diario británico. “Siempre hemos seguido esta costumbre que tenía nuestro padre cuando se preparaba este plato caliente antes de dormir”.

Unas gachas de avena a las 10, antes de ir a la cama, y otro plato más al despertarse a las 7 de la mañana. Como acompañamiento una simple cucharada de mermelada. Los 13 hermanos aseguran que estos son los dos puntos fundamentales de su régimen aunque confiesan también otros importantes factores que han mantenido a rajatabla: nada de alcohol ni alimentos procesados.

“La avena que utilizamos proviene de granjas locales y es de la más alta calidad. En el pasado siempre trabajamos con la naturaleza, cualquier cosa que comíamos había sido cultivada o alimentada previamente por nosotros. Mamá nos daba la orden de salir fuera y retorcerle el cuello a un pollo; eso para la cena. Las verduras también eran nuestras, la fruta la recogíamos, los huevos provenían de nuestras gallinas, el beicon de nuestros cerdos, el pan era casero”.

Como resultado, Leo asegura que ningún miembro se ha visto jamás aquejado de sobrepeso. “La historia de la familia Donnelly es de gran interés para nosotros. Es un ejemplo significativo de la revolución sobre la longevidad que ha tenido lugar en el Reino Unido. Sabemos que un estilo de vida saludable, combinado con una buena dieta y ejercicio frecuente reduce los riesgos de padecer una serie de condiciones y puede permitir llegar más sanos a una cierta edad. Los Donnelly son una muestra suprema de todo esto”, cuenta George Holley-Moore, jefe de investigación del Centro Internacional de la Longevidad, que a raíz de la repercusión mediática que han adquirido los trece hermanos se ha puesto estudiar su alimentación y sus costumbres en pos de hallar unas claves que ayuden a que más familias en el futuro tengan la misma dicha.

Proporcionado por El Confidencial – Los Donnelly al completo en los años 50. (Archivo familiar)

La ambrosía de los Donnelly

Las gachas de avena, conocidas en inglés como ‘porridge’, son una papilla elaborada con este cereal cocido en agua o leche y consumido a menudo como desayuno en los países anglosajones.

Varios estudios de la Universidad de Harvard hallaron que las personas que ingerían entre dos y tres porciones de cereales de grano integral llegaban a reducir el riesgo de padecer diabetes en un 21%. Otras enfermedades como aquellas derivadas de condiciones inflamatorias, afecciones neurodegenerativas o problemas cardíacos se veían disminuidas en proporciones muy significativas.

La avena posee un alto contenido en vitamina B-12 (cobalamina), un nutriente fundamental para el buen estado de nuestras neuronas y nuestros glóbulos sanguíneos, que previene además un tipo de anemia, denominada anemia megaloblástica, que provoca una sensación generalizada de cansancio y debilidad.

El cereal es también rico en beta-glucanos, cuyo consumo ayuda a reducir lipoproteína de baja densidad (LDL), lo que comúnmente conocemos como colesterol malo. Ante la moda de los superalimentos, la avena aparece siempre en las principales listas debido a que posee unos polifenoles únicos llamados avenantramidas que actúan como potentes antioxidantes.

Si las gachas no te parecen la opción más sabrosa para empezar a incorporar este alimento a tu dieta, puedes utilizar la avena como espesante en las cremas de verduras, sustituyendo a las patatas, el queso o la leche que se suele emplear con este fin. Molida, se presenta como una buena alternativa al pan rallado y a la harina para cocinar alimentos rebozados. Una tercera opción puede ser consumirla en forma de bebida. Si posees una licuadora, bastan un vaso de leche, dos cucharadas de avena, una pizca de azúcar y canela para disfrutar de un dulce refresco saludable.

Fuente: Gonzalo de Diego Ramos / El Confidencial.

 

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